El extraño "bamboleo" que provoca en una estrella compañera ha permitido a la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea detectar el agujero negro BH3. Con telescopios terrestres como el VLT se ha podido confirmar su masa: unas 33 veces la del Sol.
Más ligero que un agujero negro, pero más pesado que una estrella de neutrones. Así es el misterioso objeto que se ha fusionado con una de estas estrellas, según la onda gravitacional registrada por los detectores de la colaboración LIGO-Virgo-KAGRA, en la que participa la Universidad de las Islas Baleares. El anuncio coincide con la reanudación de las operaciones de detección de este equipo internacional.